Joan Lluís Montané
Una parte de su producción, a partir del 2008, está realizada en terracota policromada y técnicas mixtas, exhibiendo obra delicuescente, de colores intensos, sensuales pero, a la vez, sutiles y espirituales, una mezcla que la acompaña siempre, porque busca unir polos distintos en la sabiduría del uno en el camino de lo esencial múltiple.
Es consciente de que vivimos en un planeta que está instalado en la tercera dimensión pero, además, sus seres vivos, los seres humanos aunque, también, los animales, la vegetación, los minerales, los cinco elementos -tierra, aire, fuego, agua y madera- forman parte de una estructura más profunda multidimensional.
Todos somos uno pero, a la vez, la sabiduría del uno nos hace distintos aunque al mismo tiempo luz en lo esencial múltiple.
Su obra es energética, posee capacidad de sanación, porque está elaborada con la intención de llegar al corazón, mente y espíritu de la humanidad, al margen de energías negativas, permitiéndose concebir sus creaciones tridimensionales con la llama del amor.
La sabiduría del uno consiste en unirnos en la luz, porque somos luz y en la luz, todo es energía, es decir iluminación.
Su dedicación a la figura de la mujer, la naturaleza, los animales y las energías forman parte de una actitud que va más allá de lo descriptivo, que se instala en el recorrido de la materia a partir de la cual indaga en lo que no se ve, primero porque se ancla en la tierra y luego viaja hacia otras dimensiones donde lo sutil es la vertebración de una evidencia que vuela, libre sin ataduras.
Emplea la expresividad y el gesto aunque sin perder definición y concreción de lo que exhibe a partir de la cual conecta con lo que no se ve, con la capacidad de la luz de transformar nuestras múltiples realidades hasta el punto de cohesionar con la verdadera canalización que nos permite avanzar sin cortapisas hacia la reafirmación de nuestro yo espiritual, que está exento de egoísmo, porque avanza en unas dimensiones en las que no hay densidad baja, en las que la materia, si existe es resplandeciente como la misma luz.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)